A solo 6 años de ser obispo Fray Antonio Alcalde, fundó un nuevo barrio con la erección de un templo. Se colocó la primera piedra del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe el 7 de enero de 1777, cuatro años después y el 7 de enero de 1781 la iglesia ya estaba concluida. Esta fue el núcleo del barrio del Santuario, que es el más significativo de esta ciudad, tanto por lo urbanístico, religioso, político, social económico y administrativo. Cuando llegó Alcalde a estas tierras tapatías, los límites del ciudad eran, por el norte, la del Convento de Santo Domingo (templo de San José), el Colegio de Niñas de San Diego (Garibaldi, González Ortega), y la antigua Plaza de Toros (hoy Mercado Alcalde). Veinte años después de la muerte del Alcalde (1792), el barrio del Santuario ya estaba bien desarrollado. La ciudad ahora se extendía hacia el Hospital de Belén u Hospital Civil), detrás de este nosocomio estaban las barranquitas, en al cual fueron sacrificados muchos de los vecinos españoles, durante la ocupación del ejercito insurgente, encabezado por Miguel Hidalgo. En ese mismo año ya estaba terminado y en servicio el Santuario de Guadalupe con un cementerio en el atrio (llamado de Guadalupe), construidas y equipadas las famosas "cuadritas" que eran vivienda para familias pobres, que pagaban rentas pues meramente simbólicas.
También existía el Beaterio, escuela de niñas con enseñanza de artes y oficios (hoy Palacio Federal), ya en servicio el jardín del Santuario, la Escuela de Niños con su casa del maestro, en Hospital Civil y la Iglesia de Belén. En1787, dio inicio la construcción del hospital y la iglesia de Belén, ampliando consideradamente el área urbana por la parte norte, mientras que por el noreste nacía muy pobre, aislado y rudimentario el barrio del Retiro ; pasó el tiempo por iniciativa de Alcalde, se establecieron los primeros talleres familiares de hilados y tejidos, que ayudó en mucho a la economía de la ciudad y las familias del barrio del Santuario, eran famosos los rebozos que estas industrias familiares hacían. En el siglo pasado, el ritmo de expansión de este barrio se mantuvo, pero en el último tercio de este siglo se quiso convertir en residencial, comenzaron a levantarse casas muy suntuosas para ricos hacendados, familias ricas, etc., en Santa Mónica, Pedro Loza, Alcalde, Reforma, Garibaldi, Angulo y otras ; como ejemplo tenemos las famosa "Casa de los Perros"", obra del Ing. Arnulfo Villaseñor. A pesar de esto, el barrio mantuvo su carácter predominante de clase media, es por eso que vemos fincas señoriales junto a otras no tan señoriales. Famoso este barrio del Santuario por sus personalidades nacidas o radicadas en él, como Agustín de la Rosa (protector de la niñez tapatía), el presbítero Severo Díaz (astrónomo), Silverio García (benefactor), Agustín Yañez que nació en la casa 523 de Manuel Acuña, etc. Fiesta anual La gran fiesta anual de este barrio se celebra el 12 de diciembre. El historiador Dávila Garibi en sus "Memoria Tapatías" nos dice que la época más brillante de los festejos Guadalupanos en esta ciudad fue a mediados del siglo pasado cuando por la invasión norteamericana de 1847, el fervor nacionalista se enardeció manifestándose particularmente en estas conmemoraciones. Este festejo dedicado a la Guadalupana consistía en un novenario con organización de un convite, en el que se incluía "un carro lujosamente adornado en el cual varias preciosas niñitas vestidas de ángeles repartían los programas de la función". Dávila Garibi nos informa que : "el número saliente del programa era la procesión que en la tarde del día doce o del domingo inmediato salía del Santuario de Nuestra Señora y recorría las calles que entonces se llamaban de Santo Domingo, San Diego y el Santuario... las calles del trayecto casi quedaban entoldadas con numerosos lazos de ropa ; tápalos finos de burato multicolores, mascadas de seda chinas y otros lienzos finos propios de la época. Las ventanas se veían cubiertas con cortinas blancas de punto o de tachihual adornadas con moños de listón y ramilletes y coronas de flores artificiales. El pavimento se regaba con hojas verdes y flores naturales sobresalientes sobre ellas con abundancia, frescura, tamaño y color lo que en aquel entonces llamaban catrina, hoy más conocida con el nombre de "Flor de Noche Buena" ; también se adornaban las casas, aceras, etc. Casas del barrio La imagen de Guadalupe era sacada en procesión, visitando casas particulares del barrio donde se habían levantado bellos altares o simplemente, depositaban la imagen por unos momentos sobre los marcos de las puerta o de las ventanas , "lo más caracterizados vecinos se disputaban el honor de cargar el cuadro de nuestra Señora de Guadalupe durante la procesión, en la que además de la Guadalupana salían las imágenes titulares de otros varios templos, los cuales formaban una especie de corte de honor". Todos los 12 de diciembre en el jardín del Santuario se quemaban 12 castillos en honor de la Virgen, había danzas, vendedores de cañas, mueganos, celestinas, varitas de tejocotes enmielados, cacahuates y otras golosinas. La fonda de la Valentína (Valentina Santos Oropeza) ofrecía el sabroso pollo, famoso nacional e internacionalmente. Aquí acudieron para probar los pollos Francisco Villa, Henry Ford, Lazaro Cárdenas, Manuel Avila Camacho, Margarito Ramírez, Everardo Topete, Agustín Yáñez, Jesús González Gallo, como entre otros. Valentina Santos nació en Nochistlán Zacatecas en 1876. Al jardín del santuario se le llamo Hidalgo, porque frente a la iglesia existió una estatua del Padre de la Patria, figura que tenía una mano hacia arriba y en la otra portaba un estandarte Guadalupano ; era de barro y al paso del tiempo unos jóvenes la destruyeron a pedradas. En la segunda mitas del siglo XX al noreste del barrio se establecieron algunas tenerías (que antes estaban en Mexicaltzingo). Toritos de barro El señor Genaro Aceves Mezquitán nos cuenta : "El mercado de la plaza de toros ; hoy Alcalde fue "de toros", Por dos razones : por las calles de Pino Suarez, Manuel Acuña y Herrera y Cairo ; los domingos vendían "toritos de barro" con un pitito que hacían los indios de Santa Cruz de las Huertas ; valían a dos centavos. Después se vendió la loza de barro : jarros, cazuelas, comales. La otra causa es que entre las calles de Herrera y Cairo, belén y Pino Suárez estaba la plaza de toros, que se llamo la colorada. En ella torearon : Joaquín Hernandez Parrao, Juan Calleja el Colorín, Juan Jiménez el Excejano, y otros más. Recuerdo que en la plaza de toros, para el 15 de septiembre, por venía se hacían toros y circo. Por un real, se estaba en sombra y por medio real en sol. Primero era el circo y luego seis toros o viceversa". Continua narrando que : "El mercado no era como lo es hoy ; en aquel tiempo, era un puro jacalón de lámina de Zinc... al costado oriente del templo del santuario estuvo el hospital militar, llamado Hospital de Sangre, precisamente donde hoy día esta el Palacio Federal, Correos, Telégrafos". |
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Atte.
Esteban Salazar
Somos
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