Los hijos de los inmigrantes corren más riesgo de acabar en escuelas peor dotadas
En
 el marco de su estrategia para el crecimiento y el empleo, la Unión 
Europea anima a los Estados miembros a invertir más en educación, a fin 
de consolidar sus economías y ofrecer a los jóvenes las cualificaciones 
necesarias en el mercado laboral
 Los
 hijos de los inmigrantes recién llegados corren más riesgo de sufrir 
segregación y acabar en escuelas con menos recursos, según un nuevo 
estudio realizado para la Comisión Europea. Ello lleva a unos resultados
 insuficientes y a una alta probabilidad de que los niños abandonen 
prematuramente los estudios. El estudio apunta a que los Estados 
miembros deberían apoyar específicamente la educación de los hijos de 
los inmigrantes, con profesores especializados y una implicación 
sistemática de los padres y las comunidades para mejorar su integración.
El
 estudio examina las políticas nacionales de apoyo a los niños 
inmigrantes recién llegados en quince países con importantes flujos de 
inmigración reciente: Alemania, Austria, Bélgica (Flandes), Chequia, 
Chipre, Dinamarca, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, 
Noruega, los Países Bajos, Suecia y el Reino Unido. Destaca que 
Dinamarca y Suecia tienen los mejores modelos, ofrecen apoyos 
específicos y un nivel razonable de autonomía de los centros de 
enseñanza. 
Los demás países tienden a centrarse en uno solo de estos 
aspectos, lo que implica que no lograrán mejores resultados en la 
inclusión de los niños inmigrantes.
Androulla
 Vassiliou, Comisaria Europea de Educación, Cultura, Multilingüismo y 
Juventud, ha declarado: «Todo niño, cualquiera que sea su procedencia, 
merece una oportunidad real de educación para adquirir las 
cualificaciones que precisa en la vida y mejorar sus perspectivas de 
empleo. 
Europa debe mejorar sus resultados en esta cuestión, y facilitar
 mayor apoyo a los grupos vulnerables. Tenemos que cambiar el espíritu 
que aún existe en demasiadas escuelas. 
Los alumnos que han crecido en el
 país son los primeros que tienen que adaptarse a los niños inmigrantes. 
Deben fomentar su acogida, y para ello necesitamos el apoyo parental.
Si no actuamos, corremos el riesgo de crear un círculo vicioso, donde la
 falta de oportunidades da lugar a malos resultados en las escuelas y a 
un mayor riesgo de desempleo y pobreza».
El
 análisis del estudio subraya la importancia de la autonomía escolar y 
de un enfoque global para apoyar la educación de los hijos de los nuevos
 inmigrantes; ello incluye apoyo lingüístico y académico, participación 
parental y comunitaria, y educación intercultural. 
Afirma el estudio que
 las escuelas deben evitar la segregación y la selección precoz de los 
alumnos en términos de capacidad, ya que pueden perjudicar a los hijos 
de los inmigrantes que se están adaptando a un nuevo idioma. 
El estudio también destaca la necesidad de mejorar el seguimiento y la recogida de estadísticas sobre el acceso, la participación y los resultados de los escolares y estudiantes inmigrantes.
Los
 resultados del estudio reflejan las estadísticas del Programa para la 
Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA) de la OCDE, que examina 
las cualificaciones y los conocimientos de los jóvenes de quince años. 
En 2010, la OCDE observó que, en Europa, el 25,9 % de los alumnos 
nacidos en otro país abandonan la educación o la formación de manera 
prematura, frente al 13 % de los alumnos nacidos en el país.
Contexto
El
 estudio de la Comisión considera que, en la mayoría de los países, o 
bien se deja a los centros de enseñanza libres de interpretar 
directrices nacionales generales sobre la asignación de fondos o bien, 
por el contrario, no se les da autonomía para encontrar apoyos a las 
necesidades individuales y ajustar las políticas nacionales a las 
circunstancias locales.
El estudio distingue entre cinco tipos de sistemas de apoyo a la educación.
El modelo de apoyo integral (ejemplos: Dinamarca, Suecia)
Proporciona
 un apoyo constante en los ámbitos más pertinentes para la inclusión de 
los hijos de los inmigrantes recién llegados: apoyo lingüístico, apoyo 
académico, participación parental, educación intercultural y entorno 
propicio al aprendizaje.
El modelo de apoyo no sistemático (ejemplos: Chipre, Grecia, Italia)
Se
 caracteriza por un enfoque aleatorio del apoyo prestado. Las medidas no
 siempre se articulan claramente, carecen de recursos o de una 
aplicación efectiva. Se deja en gran medida al profesorado, a los padres
 y a las comunidades locales sin orientaciones claras.
El modelo de apoyo compensatorio (ejemplos: Austria, Bélgica)
Incluye
 todos los tipos de medidas de apoyo, con enseñanza continua del idioma 
del país de acogida, pero con un apoyo académico bastante débil, una 
separación temprana según la capacidad y una división precoz en grupos 
de aptitud. Este modelo es «compensatorio», ya que aspira a corregir las
 diferencias en vez de abordar la desventaja inicial.
El modelo de integración (ejemplo: Irlanda)
Se
 caracteriza por una cooperación bien desarrollada y por medidas de 
educación intercultural. Las relaciones entre las escuelas, los padres y
 la comunidad local son sistemáticas, mientras que el aprendizaje 
intercultural está bien integrado en los planes de estudio escolares y 
se fomenta en la vida cotidiana. No se centra en el apoyo lingüístico.
El modelo centralizado de apoyo a la llegada (ejemplos: Francia, Luxemburgo)
Este
 modelo se centra en la recepción centralizada de los hijos de los 
inmigrantes y la prestación de apoyo académico. Establece programas de 
apoyo específico bien desarrollado para los alumnos con problemas, así 
como apoyo lingüístico y sensibilización parental.
El estudio independiente ha sido realizado para la Comisión por el Viešosios Politikos ir Vadybos Institutas (instituto de política y gestión públicas), de Lituania.
En el
 marco de su estrategia para el crecimiento y el empleo, la Unión 
Europea anima a los Estados miembros a invertir más en educación, a fin 
de consolidar sus economías y ofrecer a los jóvenes las cualificaciones 
necesarias en el mercado laboral. Los países de la UE se han 
comprometido a reducir antes de 2020 la proporción de jóvenes con 
escasas competencias básicas (lectura, matemáticas, ciencias) y la del 
abandono escolar. Se acordó que el porcentaje de jóvenes de 15 años con 
bajo rendimiento en lectura, matemáticas y ciencias debería ser inferior
 al 15 % de aquí a 2020; que la proporción de abandonos prematuros de la
 educación y formación debería ser inferior al 10 %, y que el porcentaje
 de personas de entre 30 y 34 años con enseñanza superior debería ser de
 al menos un 40 %.
Las cifras netas 
de la inmigración en Europa se han triplicado desde 1960. La enseñanza 
de niños inmigrantes se está convirtiendo en un grave problema; por 
ejemplo, en el curso académico 2009/2010 había un 17,6 % de alumnos 
matriculados en las escuelas austriacas cuya primera lengua no era el 
alemán; en Grecia, el porcentaje de alumnos no autóctonos de la 
enseñanza primaria y secundaria ha pasado del 7,3 % al 12 % en los 
últimos cinco años.
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