Cientos de científicos marcharon este viernes por el centro de Madrid, como en otras muchas ciudades de España, para protestar contra los recortes gubernamentales a la investigación que, afirman, les están obligando a abandonar el país.
Algunos ataviados con sus batas de laboratorio, los manifestantes desfilaron hasta el Ministerio de Economía entre el estruendo de pitidos. Allí entregaron una petición firmada por más de 40.000 personas en la que solicitan al Ejecutivo que aumente el gasto en ciencia.
Las protestas fueron convocadas por el colectivo Carta por la Ciencia, una plataforma que agrupa a varias asociaciones científicas del país, incluidos sindicatos y universidades. "Los recortes han sido brutales. Muchos laboratorios no pueden investigar porque no tienen medios", afirma Irene Amigo, licenciada en biotecnología de 35 años, ataviada con un sombrero hecho de espuma de poliestireno y cartón, que representaba un cerebro humano, símbolo de la 'fuga de cerebros' a la que se enfrenta España.
La inversión pública en investigación y desarrollo cayó un 40% en España desde 2009, según la petición entregada en el Ministerio de Economía, que llamaba al Gobierno a aumentar el gasto científico "evitando así el éxodo masivo de nuestro capital humano". La política de austeridad "está causando la asfixia del sistema de ciencia y tecnología español", afirmaba el texto. "Nos encontramos al borde del colapso de lo que creemos es uno de los ingredientes esenciales para la receta que nos permita salir de la crisis", agregaba.
Muchos profesores se sumaron también a la marcha, dado que los recortes del Ejecutivo afectan a todas las disciplinas universitarias. Xosé Álvarez, un lingüista gallego de 32 años que trabaja en Portugal desde 2009 porque no pudo encontrar empleo en España, participaba en la marcha madrileña con un cartel a su espalda en el que podía leerse: "se alquila investigador, buen precio".
"Me gustaría trabajar en España, es mi país natal, es el país que ha invertido en mi educación. España podría beneficiarse de mi trabajo, de mi formación, especialmente porque son los contribuyentes españoles los que han pagado por ella", agrega. Cuarta economía de la eurozona, España aplica una draconiana política de austeridad para reducir su déficit público.
El Gobierno presidido por el popular Mariano Rajoy aprobó ajustes por valor de 150.000 millones de euros entre principios de 2012 y finales de 2014, provocando un malestar social que hizo multiplicarse las protestas.
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